martes, 2 de octubre de 2012

Pobreza


La pobreza es una situación o forma de vida que surge como producto de la imposibilidad de acceso o carencia de los recursos para satisfacer las necesidades físicas y psíquicas básicas humanas que inciden en un desgaste del nivel y calidad de vida de las personas, tales como la alimentación, la vivienda, la educación, la asistencia sanitaria o el acceso al agua potable. También se suelen considerar la falta de medios para poder acceder a tales recursos, como el desempleo, la falta de ingresos o un nivel bajo de los mismos. También puede ser el resultado de procesos de exclusión socialsegregación social o marginación.
En muchos países del tercer mundo, la situación de pobreza se presenta cuando no es posible cubrir las necesidades incluidas en la canasta básica de alimentos. La situación persistente de pobreza se denomina pauperismo. 1
La aplicación del concepto de pobreza a unos países frente a otros se denomina subdesarrollo (países pobres).
El concepto de pobreza es fundamentalmente económico, aunque también tiene impactos políticos y sociológicos. En la mayoría de los contextos se la considera algo negativo, pero en algunos ámbitos espirituales la pobreza voluntaria se considera una virtud por implicar la renuncia a los bienes materiales (voto monástico de pobreza, junto con los de castidad y obediencia). Históricamente la pobreza ha sido objeto de distintas valoraciones ideológicas que implicaban distintas respuestas sociales
Puede ser descrita o medida por convenciones internacionales, aunque pueden variar los parámetros para considerarla.
Un intento de definición responde al hecho de que la pobreza debe ser vista como el resultado de un modelo económico y social, ejercido y aplicado en un territorio y tiempo determinado, por los diversos agentes económicos y políticos, que producen en la sociedad sectores excluidos de los beneficios totales o parciales del modelo en ejecución. A estos sectores excluidos de tales beneficios los llamamos generalmente pobres o más genéricamente como parte de la pobreza existente.
La pobreza no es pues una causa que deba ser tratada como tal para combatirla, es el resultado de procesos complejos y extendidos en el tiempo, que son difíciles de apreciar a simple vista y que requieren investigación sostenida para lograr su comprensión antes de plantear cualquier intento de terminar con la pobreza.
La pobreza como problema social:
Todos hemos sufrido escasez de dinero en algún momento. Es una experiencia individual. No es lo mismo que el problema social de la pobreza. Puesto que el dinero es la medida de la riqueza, su falta puede ser la medida de la falta de riqueza, pero no es un problema social. Ver «Principios». La pobreza, como problema social, es una herida profunda que contagia cada dimensión de la cultura y de la sociedad. Incluye un bajo nivel sostenido de los ingresos de los miembros de una comunidad. Incluye la privación de acceso a servicios como educación, mercados, sanidad o posibilidad de tomar decisiones, y también la falta de prestaciones comunitarias como agua, alcantarillado, carreteras, transporte y comunicaciones.
Además, es la «pobreza de espíritu» lo que induce a los miembros de esa comunidad a compartir y creer en su propia impotencia, desesperanza, apatía y timidez. La pobreza, y especialmente los factores que contribuyen a su existencia, es un problema social, y su solución también es social. En estas páginas web de adiestramiento, aprendemos que no podemos luchar contra la pobreza aliviando sus síntomas, sino únicamente atacando los factores que la producen. Este folleto describe los «cinco grandes» factores que contribuyen al problema social de la pobreza.
Una simple transferencia de fondos, incluso si es para las víctimas de la pobreza, ni la erradicará ni la reducirá. Solamente aliviará los síntomas de pobreza a corto plazo. No es una solución duradera. La pobreza, puesto que es un problema social, pide una solución social. Esta solución es la supresión clara, consciente y deliberada de los cinco factores más importantes de la pobreza.
Factores, causas e historia:
Un «factor» y una «causa» no son exactamente lo mismo. Una «causa» puede ser algo que contribuye al origen de un problema, como la pobreza, mientras que un «factor» puede ser algo que contribuye a su perpetuación cuando ya existe.
La pobreza a escala mundial tiene muchas causas históricas: el colonialismo, la esclavitud, la guerra y las invasiones. Existe una gran diferencia entre estas causas y lo que llamamos los factores que mantienen las condiciones de pobreza. La diferencia reside en lo que podemos hacer hoy con respecto a ellos. No podemos volver atrás en la historia y cambiar el pasado. La pobreza existe. La pobreza tuvo sus causas. Sobre lo que potencialmente podemos actuar es sobre los factores que la perpetúan.
Es de sobras conocido que muchas naciones de Europa, enfrentadas a guerras devastadoras, como la primera o la segunda guerra mundial, se vieron reducidas a la pobreza, y su gente se vio obligada a vivir dependiendo de limosnas y caridad, escasamente sobreviviendo. En unas décadas, estos países han florecido en cuanto a renta doméstica real, y se han convertido en países desarrollados e influyentes, de prósperos habitantes. También sabemos que muchas otras naciones han continuado entre las menos desarrolladas del planeta, aunque se hayan gastado en ellas billones de dólares de supuesta «ayuda». ¿Por qué? Porque no se atacaron los factores de pobreza, sino sólo los síntomas. En un contexto macroeconómico nacional, un PIB (producto interior bruto) bajo no es pobreza en sí, es un síntoma de pobreza, como problema social.
Los factores de la pobreza (como problema social) que se listan a continuación, ignoranciaenfermedadapatíacorrupción y dependencia, deben verse simplemente como condicionantes. No pretendemos ningún juicio moral. No son buenos ni malos, simplemente son. Si es decisión de un grupo de gente, en una comunidad o sociedad, suprimir o reducir la pobreza, tendrán que observar e identificar estos factores (sin juicios de valor ) y emprender las acciones para eliminarlos como vía para erradicar la pobreza. Estos cinco grandes factores, a su vez, contribuyen a la generación de otros elementos secundarios, como escasez de mercados, infraestructura pobre, carencia de liderazgo, mal gobierno, bajo nivel de empleo, conocimientos insuficientes, absentismo, escasez de capital y otros. Cada uno de estos problemas sociales están causados por uno de los cinco grandes factores, cada uno de ellos contribuye a la perpetuación de la pobreza y su erradicación es necesaria para la eliminación de la pobreza.


Examinemos breve-mente cada uno de estos cinco grandes factores.



Ignorancia:
Ignorancia significa falta de información o de conocimientos. Es diferente a estupidez, que es falta de inteligencia, y a necedad, que es falta de sensatez. Las tres palabras se confunden con frecuencia y algunas personas suponen que su significado es el mismo. «El conocimiento es poder» dicen los ancianos. Por desgracia, algunos, conscientes de ello, intentan guardarse el conocimiento para ellos solos (como estrategia para obtener una ventaja injusta) e impedir que otros lo adquieran. No espere que si usted adiestra a alguien en algo en particular, o le da una información, este adiestramiento o información se transmita de forma natural al resto de la comunidad.
Es importante determinar qué información es la que falta. Muchos planificadores y personas con buenas intenciones de ayudar a una comunidad a fortalecerse creen que la solución es la educación. Pero la educación tiene muchos matices. Algunas informaciones no son importantes en una situación concreta. Saber que Romeo y Julieta mueren en un drama de Shakespeare no ayudará a un agricultor, pero sí saber qué tipo de semilla puede sobrevivir en el suelo que tiene que cultivar, y cual es imposible que prospere.
El adiestramiento de esta serie de documentos para el fortalecimiento de las comunidades incluye (entre otras cosas) la transferencia de información. Al contrario que en la educación general, que tiene sus propios métodos para seleccionar lo que abarca, la información que aquí se incluye está enfocada a reforzar la capacidad, no a la cultura general.
Enfermedad:
Cuando una comunidad tiene una alta tasa de enfermedad, el absentismo es considerable, la productividad baja y se genera menos riqueza. Aparte de la miseria, aflicción y muerte que derivan de la enfermedad, es también un factor importante de pobreza en una comunidad. Estar bien (bienestar) no sólo ayuda a los individuos que están sanos, sino que contribuye a la erradicación de la pobreza en la comunidad.
En este caso, como en cualquier otro, prevenir es mejor que curar. Este es uno de los principios de la ASP (atención sanitaria primaria). La economía es mucho más próspera si la población está siempre sana; mucho más que si la gente enferma y debe ser tratada. La salud contribuye a la erradicación de la pobreza, sobre todo en cuanto al acceso a agua limpia, segura y potable, separación de las aguas potables y fecales, conocimientos de higiene y prevención de enfermedades – mucho más que los médicos, hospitales y medicinas, que son soluciones curativas costosas, más que medidas para evitar la enfermedad.
Recuerde, nos preocupan los factores, no las causas. No importa si la tuberculosis fue introducida por extranjeros que vinieron a comerciar, o si era autóctona. No importa si el VIH que provoca el SIDA fue un complot de la CIA para desarrollar un arma para la guerra biológica, o vino en la sopa de monos verdes. Estas son posibles causas. Conocerlas no conseguirá suprimir la enfermedad. Conocer los factores puede llevar a una mejor higiene y a un comportamiento preventivo, para su erradicación definitiva.
Mucha gente ve el acceso a los cuidados sanitarios como una cuestión de derechos humanos, reducción del dolor y la miseria y aumento de la calidad de vida de la gente. Lo que se argumenta aquí, más allá de estas razones, es que una población saludable contribuye a la erradicación de la pobreza, y que la pobreza no sólo se mide por altos índices de enfermedad y mortalidad, sino que la enfermedad también contribuye a otras formas y aspectos de la pobreza.
Apatía:
La apatía aparece cuando la gente pierde interés, o cuando se siente tan impotente que no intenta cambiar las cosas, encauzar lo que va mal, corregir los errores o mejorar las condiciones. A veces, la gente se siente tan incapaz de conseguir algo que envidian a sus familiares o vecinos de comunidad que lo intentan. Entonces procuran forzar a los que lo intentan a su propio nivel de pobreza. La apatía conduce a la apatía.
A veces la apatía se justifica con preceptos religiosos, «acepta lo que hay, porque Dios ha decidido tu destino». Este fatalismo puede ser utilizado como excusa. Está bien creer en que Dios decide nuestro sino, puesto que si aceptamos que Dios lo determine, tendríamos que estar motivados para mejorar. «A Dios rogando, y con el mazo dando» es un proverbio que demuestra que estamos en las manos de Dios, pero también tenemos la responsabilidad de ayudarnos a nosotros mismo.
Hemos sido creados con muchas capacidades: la de elegir, cooperar, organizar y mejorar nuestra calidad de vida; no podemos utilizar a Dios o a Alá como excusa para no hacer nada. Esto es tan malo como maldecir a Dios. Debemos alabar a Dios y utilizar los talentos que él nos ha dado.
En la lucha contra la pobreza, el activista utiliza el estímulo y los elogios, para que la gente (1) quiera y (2) aprenda cómo tomar las riendas de su propia vida.

Corrupción:
Cuando los recursos destinados a servicios y prestaciones comunitarias se desvían al bolsillo privado de alguien que está en una situación de poder, se pone en juego algo más que la moral. En estas series de adiestramiento, no hacemos juicios de valor sobre lo que está bien o mal. Lo que pretendemos es insistir en que éste es uno de los factores más importantes de la pobreza. La cantidad robada al público, recibida y disfrutada por un particular, es mucho menor que la disminución de la riqueza pública que este hecho genera.
La suma de dinero malversada o expoliada no corresponde a la disminución de riqueza de la comunidad. Los economistas nos hablan del «efecto multiplicador». Cuando se invierte nueva riqueza, el efecto positivo sobre la economía es mayor que la cantidad creada. Cuando se pone fuera de la circulación dinero para inversiones, la parte de riqueza de la que se priva a la comunidad es mayor que la cantidad de dinero que gana el malversador. Cuando un funcionario acepta un soborno de 100 dólares, la inversión social disminuye hasta 400 dólares de la riqueza de la sociedad.
Es irónico lo indignados que nos sentimos cuando un ratero roba algo de 10 dólares en un mercado, cuando un funcionario puede robar miles del erario público, lo que cuadruplica el daño que se hace al conjunto de la sociedad, y no le castigamos. Respetamos al segundo ladrón por su aparente riqueza, y elogiamos su forma de ayudar a su familia y vecinos. Por contra, hace falta la policía para proteger al primer ladrón de ser golpeado por la gente en la calle.
El funcionario corrupto es un factor importante de pobreza, mientras que el ratero puede muy bien ser una víctima de esa misma pobreza que causa el funcionario. Nuestra actitud (que se describe en el párrafo de la izquierda ) es más que paradójica, es un factor que perpetúa la pobreza. Si recompensamos al que causa el daño mayor, y sólo castigamos a los que en realidad son víctimas, nuestra forma de actuar desacertada contribuye a la pobreza. Cuando el dinero producto de la malversación se saca del país y se coloca en un banco extranjero (en Suiza, por ejemplo) no contribuye en absoluto a la economía nacional, sólo ayuda al país en el que está ese banco.
Dependencia:
La dependencia es el resultado de ser el extremo receptor de la caridad. A corto plazo, como tras un desastre, la caridad puede ser esencial para la supervivencia. A largo plazo, esta caridad puede contribuir a la posible desaparición del receptor, y ciertamente a la continuación de su miseria.
Existe la actitud, la creencia de que una persona o un grupo es tan pobre, tan desvalido, que no puede ayudarse a sí mismo, y que necesita depender de la asistencia exterior. Esta actitud o creencia compartida es el factor de auto justificación que más contribuye a perpetuar la condición de que un grupo o individuo depende de la ayuda exterior.
La metodología de potenciación comunitaria es una alternativa a la caridad (que debilita), pues proporciona asistencia, capital y adiestramiento enfocados a que las comunidades de bajos ingresos identifiquen sus propios recursos, y tomen control de su propio desarrollo: se hagan más poderosas. Con demasiada frecuencia, cuando un proyecto intenta promover la autosuficiencia, los receptores, hasta que toman conciencia, esperan, suponen y desean que este proyecto simplemente les provea de los medios para instalar una prestación o servicio en la comunidad.
De entre los cinco factores más importantes de pobreza, el síndrome de dependencia es el que más preocupa al activista comunitario.
Conclusión:
Estos cinco factores no son independientes entre sí. La enfermedad contribuye a la ignorancia y la apatía. La corrupción contribuye a la enfermedad y la dependencia, y así se puede seguir. Cada uno de ellos contribuye a todos los demás.
En todo proceso de cambio social, se nos anima a «pensar globalmente, actuar localmente». Los cinco grandes factores de pobreza parecen estar largamente extendidos y considerablemente introducidos en los valores y las prácticas culturales. Podemos pensar erróneamente que nosotros, siendo tan pequeños con respecto al mundo, no podemos hacer nada contra ellos.
No se desespere. Si cada uno de nosotros nos comprometemos a luchar contra los factores de la pobreza desde el lugar que ocupamos en el mundo, la suma de todos los que lo hagamos, y el efecto multiplicador de nuestras acciones sobre los demás, contribuirá a la desaparición de estos factores, y a la victoria definitiva sobre la pobreza.
El material de adiestramiento de este sitio está enfocado a la reducción de la pobreza en dos frentes, (1) la reducción de la pobreza comunal por medio de la movilización de los grupos comunitarios para unirse, organizarse y emprender acciones comunes y (2) la reducción de la pobreza individual a través del desarrollo de microempresas.
Usted, como activista, está en una posición privilegiada para tener un efecto sobre los cinco grandes factores de pobreza. Enfocando su movilización y adiestramiento hacia la reducción de la pobreza, puede asegurar su propia integridad, poner obstáculos a los que pretenden corromper el sistema y estimular a sus participantes a atacar los factores de pobreza en el curso de las acciones que elijan emprender, guiados por usted, cuando estén preparados.
Los cinco grandes factores de pobreza (como problema social) son:  ignoranciaenfermedadapatíacorrupción y dependencia. Estos, a su vez, contribuyen a factores secundarios como la falta de mercados, infraestructura pobre, carencia de liderazgo, mal gobierno, desempleo, escasez de conocimientos y falta de capital, entre otros.
Para el problema social de la pobreza existe la solución social de suprimir los factores de pobreza.